miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿PAPÁS DEMASIADO PERMISIVOS? II



LAS CONSECUENCIAS:

Los niños no llegan al mundo sabiendo lo que deben hacer y lo que no. Son sus padres quienes tiene que enseñárselo. Para ello necesitan establecer límites y normas que les vayan enseñando la forma adecuada de comportarse en la vida. Así como a tolerar la frustración y demorar el deseo. Es como enseñarles a conducir: no los podemos soltar en la carretera con un coche sin decirles como funciona, por donde pueden circular, cuales son los riesgos, qué reglas deben cumplir... si no les contamos nada o dejamos que hagan lo que les venga en gana, correrán un serio peligro.
Cuando enseñamos a los niños modelos de comportamiento adecuados, les estamos dando herramientas útiles para convertirse en adultos independientes, felices, autosuficientes, con una buena autoestima socialmente adaptados, aceptados, y capaces de demorar los deseos.
Ahorrarles las dificultades sólo conduce a que no aprendan a afrontar las frustraciones y las contrariedades que la vida nos presenta a cada momento.

LOS NIÑOS PERMISIVOS:
* No saben a qué atenerse.
* Se sienten inseguros.
* Tienen poco autocontrol.
* Suelen ser impulsivos o agresivos.
* En ocasiones presentan apatía y desinterés.
* Pueden convertirse en tiranos con los padres.
* Muestran reacciones emocionales desproporcionadas (llorar por una nadería).
* Nunca tienen suficiente, si consiguen una cosa quieren más.
* No aprenden a resolver conflictos ni a negociar porque a la primera de cambio alguien les dice que sí a sus deseos.
* Se forman una idea equivocada de la vida porque piensan que tienen derecho a conseguir lo que se les antoja.

Próxima publicación: "El conflicto es normal" y "¿Para qué sirven los límites?"

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