¡Nos movemos con ritmo!

Musicoterapia

La musicomotricidad es trabajar la motricidad a través de la música, por lo que tenemos dos elementos: música y cuerpo.

El cuerpo, lo trabajaremos desde la psicomotricidad vivencial, que toma al sujeto como un todo integrado, que a través del movimiento y de la acción corporal se desarrolla de forma armónica. La psicomotricidad considera al cuerpo como la base de todos los aprendizajes del niño, poniendo de manifiesto la interrelación existente entre las cuatro áreas, motriz, cognitivo, lingüístico-comunicativo y emocional.

En cuanto a la música, hemos de señalar primero que las nociones temporales son nociones abstractas, difíciles de hacer comprender a los niños. El conocimiento del tiempo presenta cierta dificultad porque no se percibe directamente a través de los receptores sensoriales de que disponemos; sólo se hace presente por la sucesión de acciones o de movimientos que realizamos.

El tiempo se empieza a conocer a partir de la velocidad y el movimiento por el espacio (nociones de deprisa y despacio), de la duración (de un movimiento, de una actividad) y de la sucesión. Y la idea de sucesión nos lleva directamente al ritmo, que comporta orden, armonía, duración y alternancia. Los niños, partiendo de su ritmo espontáneo, irán adaptándose cada vez con mayor precisión a un ritmo impuesto, marcado por los intervalos.

Por lo que, partiendo de que el auténtico aprendizaje ocurre en la experiencia, y ésta se produce a través del cuerpo, utilizaremos juegos musicales para que los niños integren nociones rítmico-temporales en percusiones corporales, instrumentales, con objetos, etc.

Por último, la herramienta que integrará los conocimientos y descubrimientos hechos por los propios niños a nivel musical y corporal serán el juego y la creatividad. Einstein decía que “Jugar es la forma más elevada de investigación”. El juego además crea reglas y genera el deseo de ajustarse a ellas y dentro de ellas encontrar la forma de avanzar, de resolver.  Por otro lado, la creatividad no es una habilidad cualquiera, sino que es necesaria para que el individuo pueda desarrollarse como persona. Por lo tanto, lo más importante del aprendizaje creativo en estas clases de Educación Infantil no es el de formar artistas, sino desarrollar la capacidad inventiva que todos tenemos, y que nos hace únicos como individuos.